No miento al decir que esta pregunta me la hago todos los días, pues el tiempo es muy curioso y mi futuro algo incierto, afortunadamente la respuesta ha mutado sin perder su esencia.

Todo se deriva en querer aprender constantemente de las cosas que me rodean, de las personas que tienen más experiencia, de los objetos que evolucionan con el paso del tiempo, de la sociedad y sus diferentes comportamientos, de lo que se ve a simple vista y lo que no todo el mundo puede observar. Cada partícula en mi entorno debe enseñarme un porqué y un para qué, cada paso debe dejarme una respuesta concreta y es por eso que la publicidad no es muy diferente a lo que yo quiero vivir día a día, las marcas y su relación social, el comportamiento del consumidor, los pasos que dejan las personas en su decisión de compra, los insights que dejan las personas en cada momento de su vida, todo lo que abarca la publicidad deja una enseñanza en las personas que trabajamos en ella, una experiencia, una anécdota, una idea que puede resolver más de un problema, más de un obstáculo.

Decidí irme por el amplio camino de la publicidad por una sencilla razón y es querer vivir en constante conexión con todos mis sentidos.